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Le Fil d'Ariane d'un voyageur naturaliste

Lettre de l'Empereur moghol Akbar le Grand au roi Philippe II d'Espagne

2 Juillet 2024 , Rédigé par Sudarshan Publié dans #Akbar le Grand, #Bharat, #Catholicisme, #Espagne, #Moghols, #Inde, #Jésuites, #Islam, #Hindouisme, #Religion, #Spiritualité, #Soufisme, #Jaïnisme, #Philippe II d'Espagne, #Histoire

Emblème de la dynatie moghole

Emblème de la dynatie moghole

Lettre de l'Empereur moghol Akbar le Grand au roi Philippe II d'Espagne
Akbar à cheval. Détail d'une miniature moghole

Akbar à cheval. Détail d'une miniature moghole

Philippe II par Antonio Moro (1557)

Philippe II par Antonio Moro (1557)

Lettre de l'Empereur moghol Akbar le Grand au roi Philippe II d'Espagne
Lettre de l'Empereur moghol Akbar le Grand au roi Philippe II d'Espagne
Lettre de l'Empereur moghol Akbar le Grand au roi Philippe II d'Espagne
Lettre de l'Empereur moghol Akbar le Grand au roi Philippe II d'Espagne
Lettre de l'Empereur moghol Akbar le Grand au roi Philippe II d'Espagne
Lettre de l'Empereur moghol Akbar le Grand au roi Philippe II d'Espagne
Le P. Antonio de Montserrat SJ

Le P. Antonio de Montserrat SJ

https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_de_Montserrat

 

Acquaviva y Henríquez llegan a Fatehpur Sîkri el 27 de febrero de 1580. Montserrat, enfermo, tardaría una semana más en arribar al fastuoso Palacio Rojo. Los jesuítas ofrecieron al Gran Mogol como regalo el octavo volumen de la Biblia Políglota editada en Anvers entre 1568 y 1573, cuyas ilustraciones cautivaron al monarca y fueron reci­bidos por él con grandes muestras de afecto. Permanecerían un año en la ciudad y durante ese tiempo, apro­vecharían para estudiar el persa, la lengua culta de la corte, y enzarzarse en interminables debates religiosos con sus oponentes islámicos e hin­duistas, que desembocarían en una estrecha amistad entre los jesuitas, el rey Akbar, y su hombre de confianza, Abu-l-Fazl.

El aprecio del Gran Mogol hacia Montserrat se hace patente cuando este nom­bra al sacerdote tutor de su hijo Murad, y se confirma cuando pide al jesuita catalán que le acompañe en su expedición militar afgana, que interrumpe los plácidos debates de la Corte. Akbar se embarca en un largo viaje para sofocar el levantamiento de su hermanastro, Mîrza, quien se ha rebelado contra su autoridad en la zona de Bengala, apoyado por algunos cabecillas afganos. Antoni de Montserrat, espontáneo cronista de la expedición, aprovecha la ocasión para recogerla con todo lujo de detalles en su cuaderno de notas, lo que supondrá en el futuro una visión alternativa a las fuentes oficiales de la época, y, sobre todo, una experiencia de primera mano en situaciones jamás antes observadas por los viajeros occidentales: “El rey mantiene a un gran número de elefantes en su campamento, utilizándolos para el transporte y la batalla. (…) son entrenados para luchar (…). Tres meses al año los machos se ponen tan violentos que llegan a matar a sus domadores(…) Una vez que se calman, se les hace enfurecer aña­diendo carne de tigre a su comida.”

El jesuita Montserrat siguió a lomos de su elefante al rey Akbar y su campaña militar durante cientos de kilómetros, cruzando los cinco ríos de la región del Punjab y atravesando el Indo, hacia el Asia Central más agreste, Afganistán. La expedición militar se prolongaría durante todo el año 1581, avanzando por el noroeste hacia los territorios de Paquistán, y recorriendo Delhi, el Punjab o las regiones de la falda sur del Himalaya, y entrando en contacto con las poblaciones del Tíbet o de Cachemira. Sus comentarios sobre los tibetanos serán los prime­ros que hallamos en Occidente desde los tiempos de Marco Polo en el siglo XIII y la majestuosa cordillera llamaría tanto la atención del jesuita, que éste dedicó importantes esfuerzos a detallar sus montañas y a descifrar los nombres de las mismas. Montserrat no utilizó fuentes anteriores, sino su propia capacidad de observación, proba­blemente a lo largo de sus diferentes recorridos, para elaborar el que sería considerado el primer mapa de que se tiene constancia de aquella parte del mundo.

En Jalalabad, el jesuíta abandonaría a las tropas de Akbar, que seguirían su marcha hasta la conquista de Kabul y, consciente ya de que el monarca mogol no tiene ninguna intención real de abrazar el cris­tianismo, decide regresar a Goa, a donde llegaría en septiembre del año 1582. Es en la bella ciudad india, donde Montserrat decide recopilar las notas tomadas durante su estancia junto al rey Akbar. Nacerá así un pequeño relato de viajes, “Relaçam do Equebar, rei dos mogores”, que enviaría al General de la Compañía en forma de carta.

Source: https://web.archive.org/web/20151126074311/http://www.sge.org/sociedad-geografica-espanola/publicaciones/boletines/numeros-publicados/boletin-no-43/antoni-de-montserrat-en-la-ultima-frontera.html

Basílica del Buen Jesús de Goa.

Basílica del Buen Jesús de Goa.

Lettre de l'Empereur moghol Akbar le Grand au roi Philippe II d'Espagne

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