Lettre du Président Santa Cruz à d’Orbigny
Señor: Alcides d’Orbigny
Cochabamba, junio, 10 de 1830
Muy señor mio,
He tenido el gusto de recibir la apreciable carta de Ud. De 30 de mayo y las recomendaciones que Ud. me incluye de personas a quienes deseo complacer. Ya había sabido yo por mis
amigos, que Ud. se dirigía a Bolivia, y lo deseaba ciertamente, porque teniendo una positiva estimación por los hombres de genio, me era agradable poder concurrir a que los viajes de que Ud. está
encargado tengan un buen resultado, y hagan conocer las producciones de este país, que hasta ahora ha sido ignorado en el mundo.
La más grande recomendación con que Ud. se presenta cerca de mí, es la de estar encargado de objetos tan útiles al comercio y a las artes, por lo que yo estoy demasiado dispuesto a
emplear todo el influjo del gobierno a favor de sus trabajos, y en este mismo correo hago mis prevenciones al Prefecto de ese Departamento, pero sería bien que se dirigiese Ud. formalmente al
ministerio solicitando la concurrencia del gobierno. Entonces se podrán tomar algunas medidas en obsequio de su comodidad y se le hará acompañar con un oficial del ejército, y un par de jóvenes
del país para que le hagan sociedad en las soledades adonde se dirige. Si a más de esto necesita Ud. algunos auxilios pecuniarios o de otro género para concluir su empresa, puede Ud. indicármelo
seguro de que el gobierno de Bolivia tiene la mejor disposición para prestarse a tan útiles objetos.
Este país posee grandes riquezas, principalmente en los reinos mineral y vegetal, y los descubrimientos que se hagan pueden dar un impulso rápido a la industria. Por el viaje que
Ud. acabo de hacer, y por los demás informes que he recibido, los puntos más a propósito son las provincias de Caupolicán y Yungas, y las de los Moxos en Santa Cruz, y en fín toda la montaña
colocada al pie de los Andes. Allí encontrará Ud. la naturaleza salvaje en toda su fecundidad y un excelente teatro.
Por lo demás yo doy a Ud. las gracias por los cumplimientos que me dirige y quiero aprovechar esta ocasión para ofrecerle las particularidades consideraciones con que soy su
afectísimo y atento servidor.
Andrés de Santa Cruz
Presidente de Bolivia
Lettre de d’Orbigny au Président Santa Cruz
Excmo. Señor Presidente de la República de Bolivia en Chuquisaca
La Paz, junio 19 de 1830
Excelentísimo Señor Presidente
Acabo de tener el honor de recibir la carta de vuestra Excelencia, con fecha del 10 del corriente, y me apresuro de contestar a su contenido.
Mis intenciones son de andar por toda la República de Bolivia, siguiendo mis observaciones y sobre todo lo que pertenece a las ciencias naturales y a sus aplicaciones: también a la
geografía, quedándome en el país el número de años necesarios, para llevar a cabo esta gran empresa. El interés no ha sido nunca mi guía y el amor solo de los descubrimientos y de las ciencias
han sido el motivo que me ha determinado a dejar mi país y a mis amigos por ir a ultramar a ser útil a mi patria, ahora considero a la República Boliviana mi patria adoptiva y estoy dispuesto a
hacer lo posible para ser útil a este país; al mismo tiempo por darle una mejor prueba de desinterés, no quiero ser gravoso, por eso, Señor Presidente. De mi parte no quiero ningún sueldo,
quedando contento si por recompensa puedo merecer su aprecio y el de los bolivianos.
Como le he dicho al Cónsul general de Francia estoy dispuesto, apoyado por mi gobierno, a reunir una colección completa de Bolivia, clasificando todo según los sistemas más
modernos, dando las notas necesarias de modo que los que quiesesen instruirse en las Ciencias Naturales tendrán todo lo posible para eso. Siguiendo mi viaje, tomo el empeño de hacer conocer al
Gobierno todo lo que pueda servir al país sobre los diversos ramos.
La oferta que Vuestra Excelencia me hace de darme dos jóvenes para acompañarme, es muy necesaria para el país, porque tendré mucho gusto de instruirlos en todo, de modo que cuando
tenga que irme de Bolivia, ellos puedan reemplazarme y acabar de completar las colecciones del país, y hacer observaciones. Además, los pondría más tarde en correspondencia con los sabios de la
Europa y entonces la República de Bolivia se encontraría de toda la América del Sur, la más unida con Francia y así podría adelantar lo más pronto en los nuevos descubrimientos
científicos.
Por el oficial que Vuestra Excelencia me propone, creo que sería demás el distraer un hombre útil a la República, no tengo necesidad de escolta, tengo conmigo dos franceses, un
preparador y un dibujante, que con los jóvenes que el gobierno me diera, compondrán una escolta y una compañía agradable.
Por no despreciar a las ofertas amables de Vuestra Excelencia y para tener más facilidad de hacer mi viaje de un modo seguro, quisiera solamente que el gobierno tomase el cargo de
franquearme los animales de montar y de carga para mis ayudantes y mi equipaje, como también los indios necesarios para conducir las cargas y que también el gobierno se haga cargo de pagar a mis
empleados que van a ocuparse de formar la colección que debe quedarse en Bolivia; para mí lo repito, Señor Presidente, no quiero nada de sueldo, teniendo bastante con el pago a mis empleados (30
$ por mes).
Hágame el favor, Señor Presidente, de mirar esta carta como oficial, de presentarla a los señores Ministros y de considerar su contenido comp. Compromiso formal que tomo con la
República de serle útil en todo lo que pudiera hacer y que desde este momento recibo sus órdenes como uno de sus ciudadanos.
El viaje que trato de hacer después de recibir repuesta a esta carta, es de los Yungas, a Cochabamba, y después seguir mis investigaciones en las provincias de Moxos y Chiquitos
hasta la frontera de los brasileros y después dirigirme al lado de Apolobamba. Si Vuestra Excelencia quiere hacer el favor de dar su aprobación a este itinerario, saldré después de recibir sus
órdenes, en caso contrario, me haga la gracia de indicarme lo que parezca más a propósito.
Si Vuestra Excelencia no ha escogido todavía los jóvenes que deben acompañarme, creo que he encontrado en uno de los recomendados de la Paz, Sr. Juan Sánchez, disposiciones
extraordinarias para todo y un deseo grande de instruirse; eso lo hace muy proprio a una misión como esta, además que este joven habla perfectamente el aimara y el quechua y por este motivo puede
serme muy útil.
Si Vuestra Excelencia encuentra bien las propuestas que hago en esta carta y si el viaje que trato de hacer le parece provechoso, Ud. me hará el favor de mandar una recomendación
general para las autoridades o un título para no ser considerado, en el interior, como un aventurero.
Tengo el honor de ser, con el mayor respeto,
Su más respetuoso servidor
Q.S.M.B.
Alcides d’Orbigny
Source: Voyages de d’Orbigny, Ambassade de France en Bolivie, ed.